BURDEL OFRECE:

Gastronomia literaria


Capuchino


por c.a.s.p.e.r.

Imagen por Daniel Blanco
(
Daniel_blanco_p@hotmail.com)



Uno nunca sabe donde va a parar la noche, ni cuanto durará… hay noches que duran toda una vida, también hay días en que el mundo pregunta por ti y por mi…son preguntas vacías que persisten en lo alto, las respuestas no quieren caer como tu orgullo.

Es cerca de medianoche y se escucha “Te doy una canción”, tal vez hoy no sueñe con serpientes, ni mujeres con sombrero, tan solo trataré de dormir, como un tono en silencio, un acorde que jamás pude entender, porque tu eras mi silencio, que engaña y saborea la melodía de mi desentendimiento, yo soy el pentagrama presto, ¡vacío!, no tan vacío como tu silencio que llena y ahoga. No deseo que la noche te reclame como dama de compañía, ni sentir tu aroma, para recordarte con mi mano. Soñar palabra muy compleja para un tipo como yo. Hoy mis besos han sido por siempre expirados de tu boca.

Quién me diría que los papeles no se botan en la calle, al punto de no hablarme, de ahí, que nunca los he dejado a la suerte del viento. Y es que con ese recuerdo me preparo a ir a la cocina brindar por su sutil despedida, ¡viva el amor!- dice en su interior y en la cara inversa del frasco se lee: ¡recuerde olvidar!, cuando lo haya consumido totalmente.

Hoy la tristeza no es superior para dejar todo lo que creo de lado, aunque la noticia estuviera previamente anunciada, siempre golpea con la izquierda en donde más se (te) extraña. Así que me acerco a la primera taza que me sonría, la tomo sin pensar en lo que voy a hacer con ella y el café se hace amable, me dice que podemos sacar provecho del viento que mueve mi pena y yo acepto.

Llamamos al sueño blanco que me ahogaba cuando pequeño, también se nos une el regalo ideal para tus labios y hacemos una fiesta de aromas canelas en tu nombre, no hay mano que me despierte, ni gente que me acompañe en mi soledad, la casa esta llena de silencio, tanto que hace ruido en las paredes. Te he besado y tenido en mi mano, en mi boca y la noche se nos va lentamente como tú de mí… mira que me sobran los pasos y me faltan los caminos.

Ajena a mi tacto, ajena a mi interior, y me duermo… hasta un próximo brindis al amor, que nos ha dado por olvidados esta noche.



Preparación:

- 1 taza de café fuerte

- 1 taza de leche caliente

- Chocolate en polvo

- Canela

Sirva el café muy caliente hasta la mitad de las tazas. Bata la leche caliente hasta obtener abundante espuma y vierta suavemente en cada taza. Decore con el chocolate en polvo y canela.






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